jueves, diciembre 14, 2006

Quedaste muy mal parado!

Esta fue la frase con la que me saludó hoy uno de mis compañeros de trabajo y es que ayer en la noche ocurrió algo que llamó muchisimo la atención de todos los de mi departamento, incluyendo de sobre manera a la gerente, la cual se molestó muchisimo. Resulta que para el miercoles a partir de las 5 de la tarde, estaba pautada la entrega final del angelito del departamento y la fiesta de diciembre del mismo, en el salon “subterraneo” de Adrian Tropical de la Lincoln.

Como de costumbre fui la diana preferida para las burlas y los relajos, por todo, tanto por mis pantalones rotos a la moda como por mi chaqueta de cuero, debo decir que ya estoy acostumbrado, algo si como si eso me “resbalara”, pero anoche llegué a un punto donde no soporté mas y me molesté.

Lo que he contado hasta ahora no tiene nada de sorprendente, todos tenemos un límite al cual a veces llegamos lamentablemente, sin embargo he tratado de nunca llegar ahí, de no demostrar que eso me molesta, pero ayer se dieron varias situaciones que desembocaron en mi abrupta partida del evento sin nisiquiera haber entregado mi regalo.

Podemos mencionar las sobradas bromas de mal gusto, las invitaciones a bailar(incluyendo una de la gerente) a la cual no accedí porque no quería ni me gusta(¿Será tan dificil entender eso?), me sentía algo “bajoneado” y tenía un inmeso deseo de hablar con una amiga que se, que de solo cherchar un poco me cambiaría la noche.

Todo quedó en un punto exacto a eso de las 9:30 de la noche, cuando me dirigía a cenar y en ese instante decido que no mas, que no estaría mas allí y que me marchaba, subo a buscar una targeta de orange para llamar a esa personita especial y ver si de alguna forma cambiaba de opinion, pero bajando me digo que no, que no duraré un minuto mas, dejé la cena en la mesa, hablé con un compañero para que entregara mi regalo y con el administrador de Angelito, en ese instante mi colega me recomienda que me despida el menos de la gerente para que no se vea de mala educación y eso hice y ella al preguntarme solo atiné a decir, “Se me presento un percance y tengo que retirarme”, solo eso y me fuí para no dar mas explicaciones.

En Resumen, aunque mi compañero me dijo eso, no me arrepiento, simplemente no deseaba estar mas en ese lugar y menos con el animo que tenía, en cambio, me hubiera gustado compartir con esa persona, pero por razones externas no pudo ser. Y aunque otra pesona me dijo que con eso demostré que era un niño( a lo que respondí:“Si, y cual es el problema? El que quiera tratar conmigo, tendrá que aguantar eso“), creo que no fué un acto de inmadurez, simplemente soy sincero conmigo mismo y para pasar un mal rato y aburrir a los de mi lado, prefiero irme y llevarme mis problemas conmigo.