martes, marzo 13, 2007

...De un martes cualquiera y sus memorias...

¿Sabes?
Hay algo en ti hipnotizante, algo mas que tu dulzura, que tu preciosa cara o que tu sencillez abrumadora, es algo que cada vez que me hablas me atrapa y no me permite salir, algo que me ata y no me deja ni escucharte. Es un semblante caleidoscopico que baila en mi memoria y excita mis pensamientos hasta dejarme colgado de un estado de extasis mental y neutralización motora.
Y es que simplemente cada vez que te veo, que me hablas, miro tus labios e imagino el delicado rose con los mios, sueño en compartir la humedad de nuestras bocas y poco a poco dejar atras la casi imperceptible fricción, para con un apetito voraz abordar la cacería del aliento del otro.
Entiendo que aparte de todo, debo disculparme por muchas veces no prestarte la atención que mereces y solo responder como programa unidireccional tratando de disimular que mis ojos siguen clavados en tus labios y que me mente juega con tu mirada tratando de descifrar el mensaje de tu alma.
Disculpame, pero cada vez que te veo, que me hablas, solo pienso en besarte, en cerrar mis ojos al tiempo que haces lo propio y sentir que me entregas el alma en cada beso igual como lo haria yo. Quizas no sea el tiempo de pensar en eso, quizas nunca sea el momento o quizas simplemente no desees mi pensamiento, pero mi imaginación vuela cada vez que mencionas una palabra y mis deseos se desatan como demonios despiadados en caceria tras mi memoria.

Pero que bueno que soy buen actor, porque mis nervios no te han demostrado lo que tu sonrisa y tu mirada causan en ellos…