viernes, septiembre 29, 2006

Medio Post

Mientras escucho el rumbo de tus sueños y oigo tu noticia, siento como si un cojunto de arterias en el pecho me halaran y me dieran un choque electrico.
Como si viviera la cancion contigo, como si fueses ese milagro perezoso e impuntual, me invade la indecision , de si seguir, de si tratar o de si simplemente dejar que las cosas pasen, de si seguir mi teoria o asumir la contraria.
Me resumo en una tranquilidad que motoriza la mas sentimental de las desesperaciones. Ver como te esfumas no es facil, aunque no es mortal, es peor es desilusionante.
Solo me acompañan un par de minutos, 30 pesos, un celular inservible sin tus mensajes y puñado de fotos inútiles y desoladas sin tus manos.
Creo que odiaré a Bunbury, por desgraciado, por ser poco amigo, por indiscreto, por revelador de secretos y en gran medida por contar esta historia, reseña que se cuenta una y otra vez desde que no estas, desde que no has querido verme, desde que no te has dignado a tratarme.
Y te repito, no te obligo a nada que no quieras, no te pido lo que te doy, no busco lo que no tienes, pero si me quejo por los rastros que me dejas, si no quieres que te sigas, para que me dejas tus huellas?, si no quieres que te mire para que me modelas?, si no deseas que te quiera, para que existes?, para que me hablas?, para que me quieres?.
Si quieres que me aleje, para que te acerca? o sera que el rumbo de tus sueños coincide con el de mis pesadillas?